El proceso de duelo es algo personal, depende de cada persona y también de cuál es la pérdida. Dependiendo de la importancia y valor de lo que se pierde, existen diferentes intensidades.
En esta publicación vamos a centrarnos en el duelo producto de la muerte de un ser querido y cómo atravesarlo de acuerdo a cómo se produjo esa muerte.
La muerte de un ser querido, sea pareja, padres, hermanos o amigos, implica experimentar emociones muy dolorosas. Si bien la muerte es una parte natural de la vida, en el momento que ocurre nos afecta.
No existe una única forma de atravesar un duelo. Las personas reaccionamos de forma diferente y usamos distintos mecanismos para sobrellevar la experiencia. También dependerá de cómo ocurrió la muerte, la relación que se tenía con la persona que murió y el contexto sociofamiliar, entre otros.
Tipos de duelos
Duelo normal
Como ya mencionamos, el duelo es una reacción ante una pérdida y se trata de un proceso de adaptación emocional. Además de las manifestaciones emocionales como el sufrimiento, se pueden experimentar manifestaciones sociales como el aislamiento y conductuales como la inactividad que sirven para elaborar y aceptar la pérdida y ser capaces de continuar con nuestra vida.
Otras características del duelo normal son:
- Dolor y malestar.
- Sensación de debilidad.
- Aturdimiento ante la pérdida.
- Pérdida de apetito, peso, sueño.
- Dificultad para concentrarse.
- Culpa, rabia.
- Momentos de negación.
- Ilusiones y alucinaciones con respecto al fallecido.
Cuando las personas no son capaces de expresar sus emociones respecto a la muerte de un ser querido o los síntomas tienen una intensidad demasiado elevada, se produce un duelo complejo o complicado que afecta a la vida personal, familiar, social y/o laboral de la persona.
Duelo traumático
En estos casos, la muerte del ser querido se produjo por una situación inesperada, tales como:
- Homicidio
- Accidente de tránsito o en el trabajo
- Catástrofes naturales
- Tragedias
- Suicidio de la persona
- Por la actual pandemia del COVID 19 (coronavirus), a la que se le suma, en muchos casos, la incapacidad de despedirse de la persona y no realizar los rituales convencionales.
Estos tipos de muertes producen una sensación de bloqueo mental por el shock e incluso puede provocar sentimiento de culpa por sobrevivir. Las muertes repentinas son más difíciles de asimilar que otras por sus efectos traumáticos.
Duelo anticipatorio
Es el tipo de duelo en que la persona comenzó con la elaboración de la pérdida antes que ocurra. Una forma de anticipar lo que va a suceder irremediablemente en un lapso de tiempo corto, como ocurre en los casos de personas que tienen enfermedades terminales. Es experimentado tanto por la persona que se va a morir como por su familia.
Las emociones en un duelo anticipatorio son tan intensas como las que se sentirán una vez que se produzca la muerte. Pero, a diferencia de otro tipo de duelo, puede ayudar a los miembros de una familia a prepararse.
Duelo melancólico
Cuando una persona arrastra durante años un duelo y es incapaz de rehacer su vida, se lo considera un duelo crónico. En estos casos, la vida de la persona gira en torno a la persona que falleció y no considera posible restablecer cierta normalidad.
Duelo congelado o retardado
El duelo congelado o retardado se presenta en aquellas personas que, al enterarse de la muerte de un ser querido, no muestran signos de dolor o de que les haya afectado lo que pasó. Estas personas no pueden expresar sus emociones y les cuesta reaccionar a la pérdida.
Duelo exagerado
Cuando una persona presenta síntomas del duelo demasiado intensos y que superan a la respuesta esperada, se lo considera un duelo exagerado. Suele ocurrir que la persona rechaza la realidad, niega la muerte del ser querido y puede hasta mantener la sensación de que la persona continúa con vida.
Los síntomas que pueden tener las personas con duelo exagerado pueden ser: ansiedad, miedo exagerado (a veces manifestado en ataques de pánico) hasta perder el contacto con la realidad.
En este tipo de duelo es importante no considerar que la reacción exagerada es normal, sino por el contrario, incluso puede ser un factor de riesgo tanto para la persona que lo sufre como para su entorno. Por lo que recomendamos una consulta psicológica para evaluar y acompañar en ese momento difícil de la persona.
Duelo enmascarado
En estos casos, la persona reprime sus emociones de dolor emocional hasta llegar al punto de experimentar síntomas físicos (enfermedades psicosomáticas) que le causan dificultades y sufrimiento pero no las relaciona con la muerte del ser querido. Es común que estas personas realicen consultas con médicos y no comenten el proceso por el cual están pasando.
Duelo ambiguo
El duelo ambiguo se experimenta en los casos en que la muerte permanece sin aclarar. Este tipo de pérdida deja a una persona en búsqueda de respuestas y complica o retrasa el proceso de duelo. Existen dos tipos de pérdida ambigua:
1 – Cuando no se tiene certeza de si la persona está viva o muerta porque no se encontró el cuerpo. Es muy frecuente en las tragedias, catástrofes y desaparecidos por diferentes motivos.
2 – Cuando la persona está viva pero ausente psicológicamente. Es común en los casos de personas que tienen demencias avanzadas, que sufrieron daño cerebral y están en estado vegetativo.
Etapas o fases del duelo
Si bien cada persona atraviesa un proceso de duelo personal, existen una serie de etapas:
1 – Aceptar la pérdida.
2 – Expresar las emociones y el dolor que le causan la pérdida.
3 – Adaptarse a la nueva realidad en la que el ser querido está ausente.
4 – Reconectarse y continuar con su vida.
Fases del duelo según el modelo Kubler Ross
Desde 1969 domina la teoría de las 5 fases del duelo, desarrollada por la psiquiatra suizo estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
- Negación: Funciona como una defensa temporal para la persona. Es una resistencia a aceptar lo que está pasando
- Ira: En esta etapa, la persona se siente enfadada e injustamente tratada por la vida. Es posible que enfoque su ira contra sí misma, contra la persona que se murió o contra las leyes de la vida.
- Negociación: La persona tiene la esperanza de que nadie cambie e, incluso, pueda hacer algo para revertir la situación. Es normal que aparezcan preguntas como ¿qué habría pasado si…? o ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?
- Depresión: La persona empieza a asumir la realidad de la pérdida. Esto genera sentimientos de tristeza junto con otros síntomas típicos de los estados depresivos, como el aislamiento social o la falta de motivación.
- Aceptación: supone la resolución sana de un duelo. La persona acepta la pérdida y el dolor asociado, comprende que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales y aprende a seguir con su vida.
¿Cómo se trabajan los duelos desde la Terapia Cognitivo Conductual?
Desde la Terapia Cognitivo Conductual se abordan cuáles son los pensamientos, emociones y conductas que generan el proceso de duelo y cómo se interpreta la muerte de ese ser querido.
Dependiendo de la forma en que la persona falleció y en qué etapa del duelo se encuentra, se trabaja en un espacio psicoterapéutico que acompaña a la persona que sufre a identificar cuáles son esos pensamientos que le provocan dolor a través del autoconocimiento y cómo generar nuevos pensamientos alternativos.
¿Se pueden tratar los duelos de forma online?
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