El síndrome del emigrante es un cuadro psicológico que describe una serie de estímulos, condiciones o situaciones que generan estrés y que sufren en las personas que migran a otros países en situaciones extremas.
También es conocido como el síndrome de Úlises por la historia del héroe de la mitología griega. La historia cuenta que tuvo que separarse de sus seres queridos y viajar superando todo tipo de situaciones adversas. Todas sus aventuras conforman la tan conocida Odisea.
Estresores del síndrome del emigrante
Aquellos estímulos, condiciones o situaciones que generan estrés (conocidos como estresores) que se observan en personas que tuvieron que migrar son:
- La separación forzada de los seres queridos que supone una ruptura del instinto del apego
- El sentimiento de desesperanza por el fracaso del proyecto migratorio
- La ausencia de oportunidades
- La lucha por la supervivencia (dónde alimentarse, dónde encontrar un techo para dormir).
- El miedo que viven en los viajes migratorios (ir escondidos en camiones o en barcos, las amenazas de las mafias o de la detención y expulsión, la indefensión por carecer de derechos, entre otros).
Diferencia entre duelo migratorio y síndrome del emigrante
La diferencia entre el duelo migratorio y el síndrome del emigrante se debe a que este último se trata de un fuerte malestar emocional que viven las personas que han tenido que dejar atrás el mundo que conocían en situaciones extremas.
Lo importante a aclarar es que la migración no genera ni es la causa de un trastorno psicológico. Si la persona se encuentra vulnerable por no tener un buen estado de salud o tiene algún tipo de discapacidad o si el entorno es hostil, son circunstancias que provocan que la migración se vuelva un factor de riesgo para desarrollar el síndrome del emigrante.
Síntomas del síndrome del migrante
Los síntomas del síndrome del migrante más comunes son:
- Depresión, perdida de interés e ideas de muerte
- Tristeza persistente, llanto
- Baja autoestima, culpa
- Insomnio
- Ansiedad, nerviosismo, tensión y preocupación excesiva
- Cefaleas y fatiga
- Alteración en la memoria, en la atención y estados de confusión
- Dolor crónico
- Síntomas disociativos, es decir, una desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad.
Por lo general, las personas empiezan a experimentar síntomas que consideran normales por el estrés de la migración pero que poco a poco, y sin darse cuenta, comienza a interferir en el estado de ánimo, en el desempeño y productividad e, inclusive, en la salud en general.
¿Cómo tratar el síndrome del migrante en terapia?
Si el haber tenido que dejar atrás el lugar donde vivías, tus amistades e incluso a tus familiares y detectas que tienes síntomas que coinciden con el síndrome del migrante, lo primero a trabajar en terapia es identificar qué síntomas estás padeciendo, con qué intensidad y cuáles actividades se ven afectadas.
Lo importante es no descuidar nuestras emociones y buscar apoyo psicológico para sobrellevar el momento difícil de adaptación y los obstáculos al mismo tiempo que la persona comienza a reorganizar su vida relacional y social en el lugar donde esté viviendo.
Si siento que tengo el síndrome del migrante, ¿lo puedo tratar en terapia forma online?
¡Por supuesto! En Comenzar Terapia® tenemos profesionales especialistas en terapia online para acompañar a personas que migraron a otros países y para migrantes viviendo en Argentina.
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