El miedo es una reacción natural ante situaciones u objetos que implican un peligro real. Depende de la edad de la persona, hay miedos que son normales y que, conforme pasan los años, van desapareciendo y no requieren un tratamiento específico.
Pero cuando un miedo se da ante situaciones, lugares o animales que no suponen un peligro real y ya no es parte de una experiencia adaptativa, se lo denomina “fobia”.
Las personas que tienen este trastorno realizan cambios en sus rutinas para evitar esa fuente de miedo y ansiedad. Por eso se considera a las fobias como un trastorno, muchas veces, discapacitante.
¿Cuál es la diferencia entre miedo y fobia?
A veces las fobias suelen ser confundidas con miedo y, en los casos de fobias sociales, con timidez o vergüenza. Pero en el caso de las fobias, existen características que la diferencian:
- Lo que se percibe como peligroso está sobredimensionado.
- La intensidad del miedo es un nivel injustificado.
- Pensamientos y preocupación anticipatoria sobre la posibilidad de enfrentarse a esas situaciones u objetos, generan sensación de miedo.
- Las fobias reducen la calidad de vida de la persona que las padece.
Para diferenciar el miedo normal de una fobia, pensemos en el siguiente ejemplo: miedo a volar en avión. La persona con miedo, si bien presentará síntomas de ansiedad, se subirá al avión de todas formas. En cambio, la persona con fobia intentará por todos los miedos evitar tener que viajar en avión y ante el solo pensamiento de tener que hacerlo, mostraría mucha ansiedad, incluso hasta tener ataques de pánico.
¿Qué tipos de fobias existen?
Existen muchos tipos diferentes de fobias, pero se pueden agrupar en dos categorías principales: fobias específicas y fobias complejas.
Las fobias específicas normalmente se desarrollan en la infancia o la adolescencia. Entre ellas se incluyen:
Fobias a animales
Las más comunes son las fobias a las arañas (aracnofobia), a los perros (cinofobia), a las ratas o ratones (murofobia o surifobia), a los insectos (entomofobia), a los gatos (ailurofobia), a los sapos (bufonofobia), a los gusanos (escolequifobia) a las mariposas (lepidopterofobia), a las serpientes (ofidiofobia), entre otras.
Fobias ambientales
En esta categoría se encuentran el miedo a la oscuridad (Acluofobia), a los relámpagos (Selafobia), a las tormentas (Brontofobia), a las aguas profundas (Hidrofobia o Batofobia), a los gérmenes (Germofobia), entre otras.
Fobias corporales
Son las fobias vinculadas a funciones corporales como el miedo a tragar (Fagofobia), miedo a la sangre (Hematofobia), a las inyecciones (Tripanofobia), a vomitar (Emetofobia), miedo a besar (Filematofobia), entre otras.
Fobias sexuales
La erotofobia es el término que se utiliza para referirse a cualquier fobia relacionada con el sexo. Existe el miedo a la desnudez (Gimnofobia), el miedo al contacto física (Hafefobia), miedo a las infecciones de transmisión sexual (Cipridofobia) y la ansiedad por el desempeño sexual.
Fobias situacionales
Estas fobias están relacionadas con determinadas situaciones como, por ejemplo, a permanecer en espacios cerrados (Claustrofobia), miedo a volar (aerofobia), miedo a las alturas (Acrofobia), miedo a golpes, heridas y traumatismos (Traumatofobia), miedo a conducir (Amaxofobia), a hablar en público (Glosofobia), entre otras.
Las fobias complejas normalmente se desarrollan en la edad adulta y conllevan miedo intenso y/o ansiedad provocado por una situación particular. Las más comunes son la agorafobia, que se asocia al miedo de espacios abiertos y la fobia social, también conocida como desorden de ansiedad social.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando una persona sufre una fobia, el signo más claro es que evita la exposición a ese objeto, lugar, animal o situación a la que le tiene miedo. Pero, teniendo en cuenta que una fobia es un trastorno de ansiedad, los síntomas generan en la persona sensaciones que causan malestar tanto emocional como físico.
Los síntomas que se pueden experimentar son:
Síntomas físicos
- Sudoración
- Respiración anormal
- Aceleración del latido del corazón o palpitaciones
- Temblores
- Escalofríos
- Dolor en el pecho
- Sequedad de boca
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Entre otros síntomas
Síntomas psicológicos
- Pensamientos distorsionados respecto a la situación o estímulo al que se le tiene miedo.
- En muchos casos, la persona es consciente de que sus temores son irracionales o exagerados, pero no puede hacer nada para controlarlos, generando una sensación de impotencia y frustración.
Síntomas conductuales
- Evitar la situación o estímulo al que se le tiene miedo.
- Dificultad para tener un desempeño normal.
¿Cuáles son las causas de las fobias específicas?
Según investigaciones que se realizan sobre las fobias específicas, las causas reales de las fobias pueden ser:
- Experiencias negativas: Las fobias aparecen como consecuencia de una experiencia negativa o un ataque de pánico relacionado con un objeto o una situación específica.
- Genética y medio ambiente: Puede existir un vínculo entre tu fobia específica y la fobia o la ansiedad de tus padres, por lo que tu fobia podría deberse a factores genéticos o a una conducta aprendida.
- Función cerebral: Los cambios en la actividad cerebral también pueden estar involucrados en el desarrollo de fobias específicas.
¿Cómo se trabajan las fobias desde la Terapia Cognitivo Conductual?
La terapia cognitiva conductual es uno de los tratamientos más eficaces para tratar las fobias. Desde el espacio psicoterapéutico se trabaja las fobias de la siguiente manera:
- Identificar la fobia y asumir que se tiene un miedo exagerado a una situación, objeto, animal, etc.
- Entender y hacer frente a los pensamientos y actitudes respecto a lo que le produce miedo y combatir la respuesta física a lo que se teme. Esto incluye técnicas de manejo de ansiedad.
- Trabajar en una exposición gradual y controlada.
- Reestructuración cognitiva con el objetivo de contrarrestar los pensamientos catastróficos que puede tener la persona sobre una fobia.
¿Se pueden tratar las fobias de forma online?
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