Los problemas familiares son aquellos conflictos que no son peleas de la pareja, sino que involucran a los otros integrantes de la familia, principalmente los hijos, o entre los hijos, con los abuelos, tíos y familia política. Estos conflictos, si son recurrentes y no se trabajan, ponen en riesgo la estabilidad de la pareja y la familia, incluso hasta llegar a su ruptura.
Es normal tener conflictos y tensiones con personas con las que convivimos todos los días. Por eso es importante aprender a resolver los problemas familiares para que no se agraven y terminen en discusiones mayores.
¿Cuáles son los problemas familiares más comunes?
Existen varios motivos por los cuales los integrantes de una familia tienen un conflicto. Estos son algunos ejemplos de los problemas familiares más comunes.
Problemas entre hermanos: Las discusiones y conflictos entre hermanos suelen generarse por celos, envidia o diferencias personales.
Conflictos entre padres e hijos: Esto puede variar según la etapa en desarrollo de los hijos y la diferencia generacional entre los padres e hijos.
Falta de comunicación: Los integrantes de la familia tienen dificultad para expresar sus emociones o necesidades.
Dificultades en la adaptación al cambio: Estos problemas suelen ocurrir cuando llega un nuevo integrante a la familia o cuando hay mudanzas, pérdidas de trabajo, pérdidas de un ser querido.
Excesiva rigidez: Se da en las familias en que la gestión de normas es muy estricta y terminan coartando la libertad de otros miembros de la familia.
Gestión de las tareas cotidianas: Está relacionado con el reparto de responsabilidades en realizar las tareas del hogar.
Faltas de respeto: Esto incluye críticas continuas y muy duras, gritos, insultos y agresiones físicas. Puede ser entre los padres, entre hermanos, padres e hijos.
Abuso de drogas o alcohol: Las personas que padecen alguna adicción suelen tener una conducta peligrosa con los demás miembros de la familia.
¿Cómo se manifiestan los problemas familiares?
Si bien la forma de manifestar los problemas familiares varía en cada caso, se pueden observar las siguientes acciones:
- Falta de comunicación.
- Reproches y rencores.
- Hablar mal de uno con los otros miembros de la familia.
- Agresividad y peleas verbales y/o físicas.
- Intromisión en la vida privada de las personas.
- Sentimientos de abandono.
- Comentarios comparando entre miembros.
- Críticas muy duras y poco constructivas.
- Creación de bandos enfrentados dentro de la familia.
- Manipulación emocional.
- Secretos familiares
Consejos para manejar los problemas familiares
Los conflictos en las familias son normales y hasta pueden ser una oportunidad para aprender nuevas formas de resolver problemas no solo en casa sino en la vida. El primer paso es identificar cuál es el origen y las causas del conflicto para trabajar en los posibles cambios y mejoras en las habilidades sociales que permitan resolver los problemas.
Estas son algunas estrategias para manejar los problemas familiares:
1 – Practicar la escucha activa
La escucha activa es una habilidad que nos permite comunicarnos de forma asertiva con las demás personas. Cuando hay conflictos familiares, la clave es comunicarse y escuchar a todos los miembros para asegurarnos de entender cuáles son las necesidades de cada uno y que todos sientan que fueron tenidos en cuenta.
2 – Mejorar la forma de comunicarse
La clave de una buena comunicación es utilizar un lenguaje correcto a la hora de hablar, cuidando no herir a las otras personas o generando nuevos conflictos o reviviendo rencores viejos. En vez de reprochar, expresar cómo se sintió cada uno respecto al conflicto.
3 – Permitir participar a todos los integrantes del conflicto
Todas las personas que componen la familia y que tienen un conflicto tienen el derecho a expresar su punto de vista. No deben haber diferencias por edad, género, etc.
4 – Demostrar cariño
A pesar de los conflictos, es importante seguir demostrando el afecto y cariño que se tienen entre los integrantes de la familia. Esto ayudará a bajar la tensión y niveles de estrés que pueden causar los problemas familiares.
5 – Encontrar el momento justo para tratar los problemas familiares
Si bien es saludable que las personas hablen sobre sus conflictos, hay que tener en cuenta que si la situación se vuelve muy tensa, es mejor dejar pasar un tiempo y retomar la conversación cuando los ánimos estén más calmados.
6- Poner distancia si es necesario
Cuando uno siente diferencias irreconciliables es importante reconocer el límite para no presionar un vínculo que nos lastima.

¿Cómo se trabajan los problemas familiares con la Terapia Cognitivo Conductual?
En las sesiones de Terapia Cognitivo Conductual se busca resolver problemas y preocupaciones que el paciente manifiesta. El objetivo es re evaluar y desafiar creencias que las personas manifiestan. Este tipo de terapia se centra en problemas y dificultades del «aquí y ahora» para ayudar a cambiar la forma de cómo piensa («cognitivo») y cómo actúa («conductual») y que estos cambios le pueden ayudar al paciente a sentirse mejor.
Con respecto a los problemas familiares, se buscará trabajar en los patrones familiares que se convirtieron en conflictos y que están generando dificultades en la convivencia e interacciones entre los miembros de una familia.
Se trabajan patrones de relaciones disfuncionales y carencias en los vínculos emocionales que provocan malestar general en la estructura familiar que pueden terminar en el distanciamiento total entre todos o algunos de los miembros.
También, dentro de las sesiones, se enseñarán técnicas y herramientas de resolución de problemas, afrontamiento del estrés y entrenamiento de las habilidades sociales.