Cómo saber si tu hijo necesita terapia infantil

La terapia infantil es una forma de tratamiento que se utiliza para ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Esta terapia se puede recomendar para los niños que tienen problemas de comportamiento, problemas de aprendizaje, problemas de comunicación o problemas emocionales.
Escrito por la Licenciada Natalia Portales

La infancia es el periodo de la vida que comprende desde el nacimiento hasta la adolescencia. Se caracteriza por el desarrollo físico, mental, emocional y social de los niños. Es una etapa crítica en la vida de una persona, ya que es el momento en el que se forman las bases para el desarrollo psicológico.

Durante esta etapa, los niños aprenden habilidades sociales, desarrollan su autoestima y aprenden a gestionar sus pensamientos y emociones. Estos aprendizajes son fundamentales para el desarrollo saludable de una persona y su bienestar emocional a lo largo de la vida. Además, la infancia es una etapa en la que se establecen las bases para el desarrollo intelectual, ya que los niños aprenden a pensar de manera lógica y a solucionar problemas. Esto les ayuda a desarrollar habilidades cognitivas que les permiten enfrentar los desafíos de la vida adulta.

Señales que indican que tu hijo necesita terapia.

Si tu hijo está experimentando cambios significativos en su estado de ánimo, como ansiedad, depresión, problemas de conducta y/ o dificultades para relacionarse con otros, puede ser una señal de que necesite hacer terapia.

Existen una serie de señales que indican que tu hijo podría necesitar terapia infantil:

Miedos o fobias infantiles

Es normal que un niño sienta miedo en las diferentes etapas de su crecimiento. A estos se los conoce como “miedos evolutivos”. Los mismos son aquellos miedos innatos que se han desarrollado a lo largo de la evolución para ayudar a los seres humanos a sobrevivir. Estos incluyen el miedo a los animales grandes, bichos, a los ruidos fuertes, a la oscuridad y a los lugares altos, etc. Por lo general, son pasajeros sin necesidad de consultar con un terapeuta. Ya que van desapareciendo por sí solo a medida que el niño va madurando y aprendiendo estrategias para afrontar las situaciones temidas.

En cambio, una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo extremo y debilitante a un lugar, situación, animal o sentimiento. Las fobias suelen ser irracionales por el motivo o por el nivel de miedo que el niño experimenta.

Principales fobias infantiles

  • Fobia a los insectos
  • Miedo a la oscuridad
  • Miedo a los ruidos fuertes
  • Miedo a los animales
  • Miedo a los espacios cerrados
  • Miedo a los cambios
  • Miedo a los desconocidos
  • Miedo a los médicos (incluye hospitalizaciones, inyecciones y vacunas, sangre, batas y profesionales, especialmente los dentistas).

Dificultades en la relación con pares y/o autoridad

En primer lugar, es importante entender que los niños con dificultades en la relación con pares y/o autoridad pueden presentar una variedad de comportamientos, desde la resistencia a la autoridad hasta la agresión hacia los demás. Estos comportamientos pueden ser el resultado de una variedad de factores, como el estrés, el abuso, el trauma, el aislamiento social, la ansiedad o la depresión.

Para ayudar a un niño con dificultades en la relación con pares y/o autoridad, es importante proporcionarle un ambiente seguro y estable. Esto significa que los adultos deben establecer límites claros y consistentes para el comportamiento del niño. Esto ayudará al niño a sentirse seguro y respetado.

Además, es fundamental proporcionar al niño oportunidades para desarrollar habilidades sociales. Esto puede incluir actividades como juegos grupales, discusiones guiadas o actividades de arte. Estas actividades ayudarán al niño a aprender cómo interactuar con los demás de manera positiva.

Finalmente, es valioso poder ofrecer al niño apoyo emocional. Esto significa que los adultos deben escuchar al niño y validar sus sentimientos. Esto ayudará al niño a sentirse comprendido y respetado. Y, en todo caso, considerar la posibilidad de ofrecer recursos adicionales como terapia o asesoramiento profesional para estimular el desarrollo de habilidades sociales.

Dificultades en el aprendizaje

Las dificultades en el aprendizaje pueden presentarse de diversas formas: desde problemas de lectura, escritura, comprensión, memoria, atención, etc. Estas dificultades pueden ser causadas por una variedad de factores, como problemas de salud mental, trastornos del desarrollo, discapacidades intelectuales o trastornos del lenguaje.

Para ayudar a un niño con dificultades en el aprendizaje, es importante identificar la causa subyacente y trabajar con un profesional de la salud mental y especialista en niños para desarrollar un plan de acción. Esto puede incluir terapia ocupacional, psicopedagogia, terapia del lenguaje, terapia cognitiva conductual y/o medicamentos.

También, como ya mencionamos, es fundamental proporcionar al niño un ambiente de aprendizaje seguro y positivo que fomente la motivación y el éxito. Esto puede incluir establecer metas realistas, proporcionar refuerzos positivos y ofrecer apoyo emocional.

Por último, es sumamente necesario que los padres se mantengan informados sobre los avances del niño y trabajen con los profesionales para asegurarse de que el plan de acción sea adecuado para las necesidades del niño.

Angustia y Depresión

La angustia y la depresión son dos problemas de la salud mental que deben ser diagnosticados por profesionales entrenados en el ámbito clínico. Es por eso que, si observas signos de tristeza, desmotivación, apatía persistente en tu hijo, es recomendable acudir a un psicólogo para recibir un tratamiento específico.

La terapia puede ayudar al niño a comprender y manejar sus pensamientos, conductas y emociones a través de un espacio de comunicación a través del juego y la palabra. Además,a los padres se les ofrece encuentros en donde reciben orientación para poder acompañar a su hijo aportando el apoyo emocional adecuado y necesario sin perder de vista el valor de puestas de límites claros para ayudarlo a sentirse seguro y protegido al mismo tiempo que están en contacto con el profesional de la salud mental para asegurarse de que el tratamiento está resultando efectivo.

Síntomas emocionales y físicos

Existen diversos síntomas emocionales y físicos que deben considerarse como señales de que tu hijo necesita terapia. Los síntomas emocionales y físicos más frecuentes son:

  1. Cambios de humor repentinos.
  2. Irritabilidad y conductas agresivas
  3. Ansiedad, miedos excesivos o fobias
  4. Timidez y aislamiento social 
  5. Dificultad en el control de esfínteres 
  6. Actitud de desinterés e indiferencia
  7. Obsesiones
  8. Llamadas de atención.
  9. Síntomas psicosomáticos Ej. Dolores en el estómago, baja de defensas, etc.
  10. Cambios en los hábitos del sueño y/o apetito.

Autoestima

La baja autoestima en los niños puede tener un impacto significativo en su desarrollo y bienestar. Los niños con baja autoestima suelen sentirse inseguros, tener problemas para relacionarse con los demás, tener problemas para tomar decisiones y sentirse abrumados por los retos de la vida.

Trastornos de adaptación

Un trastorno de adaptación en niños es un trastorno mental que se caracteriza por una incapacidad para adaptarse a los cambios en el entorno. Esto puede incluir problemas para adaptarse a nuevas situaciones, personas o entornos, así como problemas para manejar el estrés y la ansiedad.

Los síntomas pueden incluir irritabilidad, ansiedad, depresión, problemas de comportamiento, dificultades para concentrarse y problemas para relacionarse con los demás. Los trastornos de adaptación en niños pueden ser causados por una variedad de factores, como el estrés, traumas, la falta de habilidades sociales o la falta de apoyo emocional.

Uno de los trastornos de adaptación más común es cuando los padres se separan y el niño tiene dificultades para adaptarse a este cambio.

Duelos

El duelo es un proceso normal de adaptación a una pérdida significativa. Los niños tienen la misma necesidad de pasar por el duelo que los adultos, pero su forma de expresarlo es diferente.

Los niños pequeños pueden sentirse confundidos y asustados ante la pérdida de un ser querido. Pueden tener dificultades para comprender la muerte y pensar que la persona se ha ido temporalmente. Esto a veces los lleva a presentar comportamientos extraños, como hablar con la persona fallecida, o incluso actuar como si estuviera presente.

Los niños mayores suelen entender mejor la muerte, pero pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos. Las emociones dentro de este proceso suelen demostrarse a través de reacciones como la ira, la tristeza, la ansiedad o la depresión. También pueden tener dificultades para concentrarse en la escuela o en sus actividades diarias.

Traumas

Los traumas en los niños pueden ser causados por una variedad de situaciones como:

  • El abuso físico o emocional 
  • La separación de los padres
  • La muerte de un ser querido
  • El acoso escolar
  • El cambio de escuela o de casa
  • Desastres naturales 
  • Una enfermedad grave.

Los síntomas de un trauma en un niño pueden incluir dificultades para concentrarse, pesadillas, ansiedad, depresión, comportamiento agresivo, problemas de sueño, problemas alimenticios, problemas de autoestima, problemas de rendimiento escolar y problemas para relacionarse con los demás. Si un niño está experimentando síntomas en respuesta al trauma, es importante buscar ayuda profesional para ayudarlo a procesar y superar el trauma.

Problemas intrafamiliares

Los problemas intrafamiliares son aquellos que involucran todo tipo de abuso de poder cometido por algún miembro de la familia sobre otro ya sea para dominar, someter, controlar o agredir física, psíquica o sexual. Puede ocurrir fuera o dentro del domicilio familiar.

La secuela más común de la violencia intrafamiliar en niños es la adopción de comportamientos violentos como mecanismo de defensa. También provoca síntomas físicos tales como: insomnio, trastornos estomacales, dolores de cabeza, autolesión, falta de control de los esfínteres, etcétera.

A nivel emocional, los niños con problemas intrafamiliares, ya sean víctimas o testigos, suelen presentar secuelas como baja autoestima, sentimientos de culpa, comportamiento errático, depresión, ansiedad, aislamiento, irritabilidad.

La terapia infantil puede ayudar a los niños a comprender mejor sus sentimientos y a aprender habilidades emocionales, comportamentales y cognitivas frente a estas dificultades. Los terapeutas también pueden ayudar a los miembros de la familia a comunicarse mejor y a trabajar juntos para encontrar estrategias a los problemas presentes.

Enuresis y encopresis

La enuresis es un trastorno que se caracteriza por la emisión involuntaria de orina mientras que la encopresis es un trastorno que se caracteriza por la emisión involuntaria de heces superando la edad de los cuatros años. Estas emisiones involuntarias pueden generarse tanto de día como de noche y ambos trastornos pueden presentarse en adolescentes y adultos.

Tanto la enuresis como la encopresis pueden tener una causa orgánica o psicológica y, en ambos casos, tienen tratamiento.

¿Cómo es la terapia infantil?

La terapia infantil es una forma de tratamiento que se centra en el desarrollo de habilidades y competencias para ayudar a los niños a alcanzar su máximo potencial. Esta terapia estimula el desarrollo de habilidades sociales, emocionales, cognitivas, motoras y de lenguaje. Los terapeutas infanto juveniles trabajan a través de juegos y otras técnicas terapéuticas con el objetivo de ayudarlos a incorporar nuevos modos de pensar, actuar y sentir. La intención es facilitar el desarrollo de habilidades para relacionarse con los demás, manejar sus emociones, resolver problemas y comunicarse de manera efectiva. Esta terapia se puede realizar individualmente, en grupo o en familia.

Desde Comenzar Terapia® ofrecemos terapia online para niños. Siempre estamos a la vanguardia y actualizándonos para generar diversas metodologías que despierten interes en los niños y adolescentes desde el modo virtual de la psicoterapia.

La primera consulta se realiza con los adultos responsables del tratamiento. El objetivo del encuentro será comenzar a trabajar en conjunto buscando favorecer las necesidades del niño. Es un espacio que busca comprender el motivo de la consulta y en función de ello realizar un plan de tratamiento adaptado a las realidades tanto del niño como de su entorno familiar.

La terapia de niños se realiza a través de actividades simbólicas y lúdicas para generar un espacio de confianza. El objetivo es que el niño pueda hablar de las problemáticas que se encuentran presentes a través de los síntomas. Además se tienen entrevistas periódicas con los padres o tutores para brindar un espacio de orientación y trabajar en equipo a través de un espacio de comunicación activa para desarrollar temas centrales.

En la terapia de niños se trabaja con objetivos que se van a adaptando a cuestiones del desarrollo del tratamiento. La terapia también es un espacio que está vinculado con otras instituciones. Por ejemplo: comunicación con las escuelas.


Comunicate con la Licenciada Natalia Portales para tener una primera conversación y comenzar terapia infantil a través de una computadora, tablet o teléfono con conexión a Internet, accediendo a tu espacio terapéutico desde donde estés.

Licenciada Natalia Portales (UBA) M.N: 48625

Licenciada Natalia Portales (UBA) M.N: 48625

Especialista en Trastornos de Ansiedad
Especialista en Psicología Cognitiva (U.N.M.D.P.)
Máster en PINE (U. Favaloro)
Prof. Psicología (UBA)

Los artículos de Comenzar Terapia® fueron redactados solo con fines informativos y educativos.
No reemplazan el diagnóstico o tratamiento de un profesional.
Ante cualquier duda, recomendamos que realices una consulta con un terapeuta de nuestro equipo.

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Horario de atención: Lunes a sábado de 7 a 9pm

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