Los primeros años de nuestra vida son claves para la autoestima porque es cuando se desarrolla gracias a lo que nuestros padres, maestros y familiares cercanos nos dicen qué y cómo somos. Si durante la niñez no tenemos la atención y el amor necesario, pueden generarse heridas en la autoestima y amor propio. Esto se ve reflejado en cómo nos relacionamos con el mundo y, con el tiempo, provoca dependencia emocional.
Hablamos de dependencia emocional cuando una persona establece un fuerte vínculo con otra persona. Cuando se trata de parejas, se caracteriza por una intensa necesidad del otro, sentimiento de temor a que la relación se acabe y una sensación de malestar y sufrimiento la mayor parte del tiempo.
En este tipo de relaciones interpersonales existe una serie de comportamientos adictivos y una asimetría en el rol que asume cada persona. Cuando las conductas que adoptamos para satisfacer la necesidad de afecto básico que todo ser humano necesita se convierten en patológicas y desproporcionadas, se desarrolla la dependencia emocional.
Todas las personas tenemos un grado de dependencia afectiva. Esto es necesario para poder relacionarnos con otras personas. El problema aparece cuando una persona se deja controlar por una necesidad de aprobación y genera dependencia emocional.
Causas de la dependencia emocional
Problemas con la autoestima
Como mencionamos al comienzo del artículo, una de las causas de la dependencia emocional es la baja autoestima. Las personas con problemas en la autoestima se suelen desvalorizar y ser muy críticos consigo mismos hasta el punto de sentirse inferiores. Esto también puede generar que se sientan culpables del destrato o maltrato que puedan recibir por parte de sus parejas.
Sobreprotección en la niñez
Cuando un niño tiene una actitud inmadura frente a quienes lo cuidan, ya sea porque necesita de forma exagerada la presencia y aprobación de una persona concreta, es signo de dependencia emocional.
La dependencia se intensifica por una educación sobreprotectora o que inculque temor. Los hijos, por ejemplo, pueden desarrollar dependencia emocional tanto de su madre como de su padre sobreprotector. Este tipo de vinculaciones afectivas excesivas tienen correlación con trastornos de apego.
Miedo a la soledad
Las personas que tienen dependencia emocional suelen ser personas que no saben o no quieren vivir solas. Son personas que necesitan estar acompañadas todo el tiempo. Y esto hace que muchas veces, no tengan en cuenta la calidad de la relación. Un patrón que se observa es que las personas con dependencia emocional no pueden expresar desacuerdo por temor a la pérdida de apoyo y/o aprobación.
Estado de ánimo negativo
En personas que tienen cuadros de angustia y/o ansiedad, es normal que también se manifiesta la dependencia emocional.
¿Cómo identificar a una persona con dependencia emocional?
Existen una serie de señales que nos pueden indicar que una persona tiene dependencia emocional. Algunas de estas señales son:
- Angustia o miedo exagerado a la separación.
- Tendencia a anular nuestros propios deseos en favor de la otra persona.
- Obsesión por alguien.
- Necesidad de involucrar a la otra persona en todas nuestras actividades o pedir su opinión ante cualquier decisión.
- Sensación de que las relaciones se convierten en una “montaña rusa” de emociones.
- Tener un miedo constante a perder a esa persona.
- Dependencia económica y doméstica.
- Tendencia hacia el aislamiento social.
- Dejarnos manipular con facilidad por esa persona.
Por lo general, los hombres que tienen dependencia emocional la expresan de una forma agresiva. Es decir, intentan satisfacer sus necesidades de afecto pero al mismo menosprecian a su pareja. En cambio, las mujeres con dependencia emocional suelen usar técnicas de afrontamiento evitativo relacionadas con la negación y el autoengaño que conducen a un registro de realidad distorsionada.
Consecuencias de tener dependencia emocional
Algunas de las consecuencias de tener una dependencia emocional son:
- Ruptura con amigos y familiares.
- Déficit de habilidades sociales.
- Preferencia por las relaciones asimétricas.
- Sentimientos y actitudes de posesividad.
- Persistencia a la hora de vincularse.
- Búsqueda desesperada de nuevas relaciones.
- Ansias por recibir cariño.
- Sentimientos negativos y sensación de insatisfacción constante.
- Abandono de sus responsabilidades y actividades sociales, laborales y de ocio.
¿Cómo tratar la dependencia emocional con Terapia Cognitivo Conductual?
Como en todo proceso de dependencia, el primer paso para el tratamiento consiste en que la persona reconozca que tiene un problema. De esta forma, podrá buscar apoyo psicológico con un terapeuta.
Desde la Terapia Cognitivo Conductual se trabaja con la persona con diferentes técnicas que incluyen tomar conciencia de cómo tiene que ser un tipo de relación y qué límites tiene que marcar en su comportamiento para que no todas sus relaciones sean iguales. Esto le ayudará a romper con ciertas interacciones disfuncionales en cada una de sus relaciones.
La persona con dependencia emocional podrá conocer y romper con los esquemas de la relación previamente establecidos y cambiar aquellos comportamientos que la llevaron a relacionarse siempre con el mismo tipo de persona.
También es importante que la persona tome conciencia de los beneficios que tiene que cada persona de una relación tenga espacios propios y cuáles son las consecuencias de estar siempre con su pareja.
Al mismo tiempo, como la principal causa es la baja autoestima, se trabajará con la persona para fortalecer sus cualidades y puntos fuertes y así mejorar su autoestima.